Cuando en una boda, los invitados no paran de bailar, sabes que es una boda en la que no te aburrirás. Eso pasó el día de la boda de Fernando e Irene en la Finca La Cañada de Mónico. Un enclave perfecto para celebrar una fiesta sin fin. Para la ceremonia, decidieron celebrar la misa en la capilla de la Universidad del Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Un pequeño edificio de piedra, con todo el encanto que caracteriza al lugar.

Irene eligió un vestido a medida de Otaduy.

Podéis ver su vídeo de boda aquí.

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